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Infancia y coronavirus, por Iria de Cal.

Cuando nace un bebé, nace una madre… llena de miedos, de dudas y de inseguridades. Lo del instinto maternal está muy bien pero hay temas en los que hace falta información veraz y actualizada para poder tomar decisiones. En esos momentos poder preguntar a un profesional en el que confíes es una suerte que no siempre tenemos.

Con respecto al dichoso coronavirus, no solo somos las madres las que tenemos dudas: aquí nadie tiene ni idea del suelo que pisa. Entre bulos y cambios de rumbo andamos todos y todas bastante perdidas. Así que, como he hecho en otras ocasiones, he ido a ver a Juan Delgado, pediatra que se caracteriza por mantenerse informado y actualizado (y por saber interpretar una estadística…), y le he preguntado, por mí y por todas mis compañeras, un montón de cosas sobre infancia y coronavirus. Aquí va esta pequeña entrevista. En serio, os recomiendo encarecidamente que la leáis. Hoy dormiréis un poco más tranquilas:

 

 

 

 

 

 

 

Mi primera duda: la probabilidad de contagio, ¿es la misma en un niño que en un adulto?

– En absoluto. Hay muchos coronavirus. La mayoría no afectan a los seres humanos. Cuatro podríamos llamarlos coronavirus estacionales, que llegan puntualmente en otoño-invierno y causan hasta el 25% de los catarros comunes, son casi inofensivos. Otro es el causante del SARS-1 (síndrome respiratorio agudo grave o neumonía asiática o síndrome respiratorio de Oriente Medio) que se detectó en el año 2002. Y el que nos ocupa: el coronavirus de tipo 2 causante del síndrome respiratorio agudo severo, abreviado SRAS-CoV-2 causante de la enfermedad por coronavirus de 2019 (COVID-19), al que vamos a llamar coronavirus pandémico o simplemente coronavirus.

Este virus se hizo patológico para la especie humana cuando sufrió una mutación que le permite unirse a unos receptores (relacionados con la tensión arterial) en la mucosa nasal y laríngea. Una vez se une, penetra en la célula respiratoria y, como todos los virus, la pone a trabajar a su servicio, produciendo nuevos ejemplares del virus, que después salen de la célula, invadiendo otras e invade y provoca la inflamación del aparato respiratorio y otros órganos en las formas más graves.

La buena noticia es que los niños tienen muy pocos receptores a los que el virus pueda unirse. Por eso los niños, y esto es más cierto cuanto más pequeños, son más difíciles de contagiar. A partir de los 14 años se contagian como los adultos. De hecho, la mayoría de los pediatras, que atendemos hasta los 14-15 años, estamos viendo pocos casos confirmados de coronavirus y la inmensa mayoría se contagian en sus hogares por los padres u otros convivientes.

 

No está habiendo muchos contagios en los colegios, ¿entonces?

– La transmisión del virus en las escuelas infantiles e instituciones similares, en los colegios e incluso en los primeros cursos de los institutos está resultando ser muy limitada. Tanto entre los niños como entre profesores y niños.

Los profesionales estamos peleando contra el coronavirus con anteojeras, sin información fiable sobre focos de contagio (quizás porque las autoridades sanitarias carecen de sistemas de información eficiente y ellas mismas desconocen estos datos y, desde luego, no saben o no quieren transmitirla), pero la experiencia de los profesionales es que, cuando surge una alarma en un aula, se cierra, se hace PCR a todos o parte de los niños y nunca o casi nunca hay más casos. Y en el 100% de los casos, ese niño o profesor que fue positivo se contagió fuera del centro, casi siempre en su casa, reuniones…

Se consideran contactos estrechos (los que tienen riesgo de contagio) a todas las personas, tanto sanitarios como familiares, convivientes y trabajadores, que hayan tenido contacto con un caso confirmado de COVID-19 desde 48 horas antes del inicio de síntomas (o del diagnóstico en el caso de asintomáticos) hasta el momento en el que el caso es aislado y que

-Estuvieron en el mismo lugar que el caso, sin protección, a una distancia menor de 2 metros y durante más de 15 minutos.

– Proporcionaron cuidados a un caso sin las medidas de protección adecuadas.

– Hayan viajado en un avión, tren u otro medio de transporte terrestre de largo recorrido en un radio de dos asientos alrededor del caso, así como la tripulación que haya tenido contacto con él.

Lo cierto es que, con las medidas que se están adoptando en los centros de enseñanza, salvo donde no se puede usar mascarillas, como en las aulas de los más pequeños y en determinadas actividades como los comedores escolares (y eso para los más cercanos) hay pocos “contactos estrechos”.

Por cierto, el uso del gel hidroalcólico en niños es potencialmente dañino y creo que prescindible. Los guantes, salvo para profesionales, tampoco aportan gran cosa y menos para los niños.

 

¿Es diferente la sintomatología habitual en los niños y niñas que en las personas adultas?

– Primero, repetir que ya hemos visto que los niños son difíciles de contagiar y que pocos se infectan.

El 80% de los humanos infectados por el coronavirus son asintomáticos.  Y los niños aún menos, prácticamente no enferman. Y los pocos que enferman suelen tener enfermedades leves imposibles de distinguir por su sintomatología de catarros comunes. No estamos viendo casos superponibles con la gripe.

Siempre hay alguna excepción a la regla, que es la que sale en los periódicos, de algún caso grave.  Hace poco pregunté en dos foros de pediatras de cabecera uno gallego y otro español y mis colegas no han tenido (o casi) pacientes ingresados.

Esto es tan cierto, que cuando me llaman por un niño que tiene síntomas respiratorios y no hay ningún caso activo en su entorno pienso para mí: “esto no es covid (casi) seguro”.

 

 ¿Por qué se escucha que los niños son super-propagadores?, ¿qué significa eso, que son como un «aspersor» de virus?

– No sé de dónde ha salido esa información, es radicalmente falsa. Los niños no sólo no son fáciles de infectar y casi nunca tienen síntomas o estos son muy leves, además, apenas contagian aunque se infecten. Por eso cuando los padres avisan a la escuela que hay alguien con covid en casa y al hacer PCR a sus hijos estos son positivos, casi nunca (o nunca) hay contagios secundarios en las aulas de sus hijos.

En ese sentido estoy de acuerdo en que los niños menores de 12-14 años no computen a la hora de limitar el número de personas en las reuniones familiares en estas navidades.

 

¿Cuándo está indicado hacerle una PCR a un niño?, ¿en las mismas circunstancias que a un adulto? Hablando con amigas, clientas, etc no parece haber mucho consenso entre los pediatras a este respecto, ni tampoco sobre el confinamiento o no de los convivientes mientras se espera el resultado de una PCR.

Los protocolos oficiales permiten todo tipo de interpretaciones. Estamos viendo menos infecciones respiratorias por virus que otros años, seguro que por las medidas anti-covid. Pero algunos virus típicos de esta época del año como los rinovirus, el parainfluenza están consiguiendo infectar a algunos niños y estamos viendo catarros, laringitis y gastroenteritis.

Si aplicamos las normas sin filtrar y adaptar a los niños, haríamos muchísimas PCRs innecesarias. Personalmente si no hay casos siquiera sospechosos en el entorno del niño recomiendo tratamiento sintomático, vigilancia habitual y mantenerse en domicilio hasta mejoría de síntomas por cortesía para con otras familias.

 

Todo el rato estamos hablando de niños pero, ¿todo lo dicho incluye también a los bebés?

– Con más razón aún. Menos receptores aún. Aunque en el caso de convivientes, especialmente la madre, el contagio es casi inevitable.

 

¿Puede contagiarse un bebé a través de la leche materna, si su madre tiene el virus?

– La vía oral en general no está nada claro que constituya una puerta de entrada para el coronavirus.

Las  muestras de leche materna de 43 madres con COVID-19 dieron PCR negativa en un estudio de la OMS, las muestras de leche materna de 43 madres resultaron negativas para el virus. De hecho la Academia Estadounidense de Pediatría apoya la lactancia materna en las madres con COVID-19 y recomienda que las madres deben realizar la higiene de las manos antes y usar una máscara durante la lactancia. Este enfoque considera los claros beneficios para la madre y el bebé de la lactancia materna, la baja probabilidad de transmitir la infección materna al recién nacido cuando se toman precauciones y el curso no severo de la infección del recién nacido cuando ocurre.

En resumen, el contacto íntimo y estrecho que supone la lactancia hace posible que el bebé se contagie. Pero como queda dicho, no tiene importancia porque o no enfermará o será leve.

 

Claro, porque en la vida todo es cuestión de coste / beneficio… ¿merece entonces la pena separar a un bebé de su madre al nacer si esta tiene el virus?

– Personalmente, y por todo lo dicho, creo que, en general, no.

 

¿Qué ambiente te estás encontrando en la consulta?, ¿cómo están viviendo las familias la situación actual?

– En general bien, había un ambiente de paranoia y miedo a la situación. Intentamos tranquilizar todo lo que podemos. Ahora las familias se van dando cuenta de que para los niños este no es un virus peligroso. Estamos haciendo mucha consulta telefónica con apoyo del correo y Whatsapp y de vez en cuando presencial. Los controles de salud y las vacunaciones siguen con normalidad, siempre presenciales, claro.

 

Sobre la vacuna de la gripe en los niños, ¿es especialmente importante ahora, en la pandemia?

– Deben vacunarse los niños con factores de riesgo o que convivan con personas de riesgo. Los políticos hablaron de vacunar a toda la población y que era importante por la posibilidad  de que coincidieran en la misma persona el coronavirus y la gripe. Después resultó que no llegaron las vacunas. Ahora ya admiten que hay que vacunar solo a los de riesgo. Ya hemos hablado de que se espera mucha menos gripe que otros años.

El Comité asesor de vacunas de la Asociación Española de Pediatría ha dicho que sería ideal que se vacunaran todos los niños, lo cual protegería incluso a los abuelitos. Pero hoy es técnicamente imposible. Ni hay vacunas ni personal para llevarlo a cabo. Posiblemente sea una buena opción cuando dispongamos de la vacuna intranasal y esta se pueda administrar en las farmacias.

 

¿Me resumes todo lo dicho en un párrafo, para los que leen en diagonal?

El coronavirus no representa un peligro significativo para los niños. Se contagian menos, no suelen tener síntomas, si lo hacen son leves y no suelen tener complicaciones. A pesar de ser poco contagiosos tenemos que seguir teniendo cuidado para proteger a personas más vulnerables, pero los padres pueden estar tranquilos en esta pandemia con respecto a sus hijos.

 

Hasta aquí lo más fundamental de lo que hablé con Juan. También me contó que en el hemisferio sur han visto menos casos de gripe y bronquiolitis y que, cuando en el cuerpo ya hay un virus, es más difícil que en ese momento entre otro. Me dijo que no sólo de PCR vive el diagnóstico del coronavirus: también disponemos de los test de antígenos, que están llegando a los centros de salud en Galicia y ya se hacen hace semanas en algunos hospitales privados; que se hacen con una muestra recogida con un  bastoncillo de la nariz y/o garganta y se obtiene resultado en un máximo de 15 minutos. Detectan la presencia del virus y son ideales para usar en personas sintomáticas en los primeros cinco días de enfermedad y distinguir entre el coronavirus y otro virus. También me ha contado que la PCR es “demasiado” sensible y puede detectar restos del virus no contagiosos. Por esa razón no está indicado repetir la PCR al acabar el periodo de aislamiento en los casos positivos previos. También hablamos de las embarazadas, de las madres en posparto… Pero espero que lo que os he contado os valga para tener una visión más clara de la situación. Yo se lo he agradecido mucho a Juan porque a mí me hacía falta, ya que hay demasiado barro en toda la información que recibimos.

Cuidaos.

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