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8 consejos para pintar la cara de tu peque, por Iria de Cal y Alma Blanco.

No podemos ser expertas en todo. Ser madre es ser cuidadora, cocinera, psicóloga, dentista, maestra, modista, coach… pero, ¿maquilladora, también? Si no eres especialmente mañosa en esos menesteres, te dejamos unos consejos especialmente pensados para madres y padres que no han sido llamados por el camino del dibujo. Con ellos conseguirás un resultado de lo más aceptable y resultón.
  1. Siempre que puedas huye de las simetrías. Busca diseños que sean distintos de un lado de la cara que del otro, o dibujos que van solo de un lado y del otro un detalle
  2. Invierte en materiales de calidad, acaba siendo más fácil y rápido. Necesitas una esponja y un pincel. Si no puedes gastar mucho y es para algo puntual (la fiesta del cole o algo así) hay blisters pequeños.
  3. Para cubrir grandes superficies, utiliza la esponja. Deja el pincel para las líneas y dibujos más pequeños.
  4. No mezcles colores. Si no sabes pintar no flipes con todos esos vídeos de tik tok con miles de colores y degradados. No te va a salir como crees… Mejor usa plantillas. Son un invento maravilloso. Puedes comprarlas o hacerlas tú misma, por ejemplo, con una troqueladora.
  5. Pinta primero los colores y después perfila o haz el dibujo por encima. Queda mucho más limpio.
  6. Los colores claros primero y los oscuros después.
  7. Hay personas que se apañan bien con el lápiz de ojos, sobre todo si es bueno, pero es fácil que acabe todo emborronado, suele ser mejor usar pincel.
  8. El brilli brilli lo arregla todo. O al menos, lo mejora. Le das vida a un dibujo simplón.
¿Quieres ver algunos de estos consejos en acción? Mira este vídeo hecho por Elsa, madre fantástica pero no maquilladora profesional ni mucho menos XD Os dejamos también las pinturas que ella ha utilizado.
Y no penséis que el maquillaje se tiene que limitar a la época de carnaval. Es genial tener en casa un rincón con telas, accesorios, disfraces… y pinturas para la cara para que puedan jugar a disfrazarse en cualquier momento.
Cuando las niñas se cubren, se esconden debajo de capas y capas de ropa, exploran lo que se siente al desaparecer tras el maquillaje y los disfraces… están jugando con su propia identidad y existencia, «aunque me esconda sigo existiendo». Son muy sabias y sabios, ya lo sabéis. No actúan por azar, siguen sus patrones de desarrollo y sus necesidades. Observemos y ofrezcamos las oportunidades para que puedan experimentar como necesiten.
¡A esconderse!